Psyllium y estreñimiento

*Disclaimer*
Este artículo no constituye consejo médico. Es solo a título informativo general.
Acude a un profesional sanitario para tratar tu caso de manera individualizada.

El Síndrome de Intestino Irritable se trata de una alteración del eje intestino-cerebro de tipo multifactorial, por lo que para el abordaje de la misma se suele requerir un enfoque complejo que incluya cambios a diferentes niveles (alimentación, gestión del estrés, actividad física, uso de suplementación o fármacos, etc.).

Por ello, cada caso es único y lo que a usa persona le puede servir, a otra no le funciona en absoluto… Por ejemplo, como seguramente sabrás, puede ser de tipo diarreico, o tendente al estreñimiento, por lo que esto determinará enormemente el tratamiento.

En la última guía para el manejo del SII por la British Society of Gastroenterology1 se proponen múltiples opciones a valorar por el profesional que esté atendiendo cada caso. Cada circunstancia siempre se debe atender de forma totalmente individualizada, teniendo en cuenta las particularidades de cada persona.

Una de estas opciones es el famoso psyllium (o ispágula), también comercializado como “metamucil”, ¿lo conoces? Pues quédate, que en este artículo breve te cuento más.

¿Qué es el psyllium?

Se trata de un tipo de fibra dietética proveniente de la cáscara de un tipo de hierba denominada Plantago ovata, perteneciente a la familia botánica Pantaginaceae.

La mayor parte de la fibra que encontramos en el psyllium se trata de fibra soluble, lo que le confiere sus características interesantes en SII.

La fibra soluble es capaz de modular la consistencia de las heces, ya que tiene una alta capacidad para retener agua e incrementar el volumen de las mismas. Por lo tanto, es útil tanto en casos de estreñimiento, como de diarrea (en este último caso contribuiría a incrementar la consistencia). Es por ello por lo que el uso de plantago ovata se postula como tratamiento de primera línea en el SII de tipo estreñimiento1.

¿Cómo puede ayudar en el síndrome de intestino irritable?

Además de lo anteriormente comentado, no solo va a mejorar la frecuencia y consistencia en las deposiciones, sino que hay evidencia científica de que el uso de este puede disminuir el dolor abdominal asociado al SII1.

¿Todas las fibras tienen la misma función?

Aunque siempre se suele recomendar “consumir fibra” (así, en general, como si toda fuera igual), hay que tener en cuenta que para obtener este beneficio hay que buscar fuentes de fibra soluble. En el caso de la fibra insoluble (como el salvado de trigo) puede ser peor el remedio que la enfermedad y notar un rápido empeoramiento de los síntomas tras haberla consumido.

¿Qué otras fuentes existen de fibra soluble?

Lo cierto es que en consulta no suelo usar el psyllium como abordaje inicial, sino que me guardo esa carta para cuando el resto de recomendaciones veo que quedan insuficientes.

Habitualmente intento incluir en las pautas dietéticas (sobre todo si estamos en la fase restrictiva de dieta baja en FODMAP) los siguientes alimentos ricos en fibra soluble:

  • Copos de avena (o salvado de avena)
  • Semillas de chía y lino (pero hidratadas, de lo contrario no suelta la fibra soluble o mucílagos)
  • Frutas bajas en fodmap como plátano (no muy maduro), naranja, mandarina, arándanos, frambuesas o kiwi
  • Verduras bajas en fodmap como zanahoria
  • Patata y arroz cocinados y posteriormente enfriados y mijo

¿Cómo se tomaría el psyllium?

Recordemos que el abordaje de un SII debe hacerse teniendo en cuenta muchos otros cambios de estilo de vida (además de la alimentación), por lo que normalmente, si se trabaja conjuntamente en todo, no es necesario seguir probando con más abordajes.

Sin embargo, en caso de que el profesional que lleve el caso decida que es hora de probar con algo adicional, puede ser buena idea comenzar con 3-4g/día, como cantidad baja inicial. Si no hay síntomas asociados a su consumo, se podría ir incrementando gradualmente, hasta alcanzar una ingesta máxima de 20-30g/día (preferiblemente dividida en varias dosis)1,2.

Normalmente se requieren varios días para comenzar a notar los efectos beneficiosos del mismo, así que, si no notas nada el primer día, igual solo necesitar darle un poquito más de tiempo.

Algo que hay que recordar (¡aunque parezca una obviedad!) es que, si esta fibra no la hidratamos adecuadamente, se formará un engrudo difícil de gestionar en tus tripas… Así que recuerda hidratarte adecuadamente a lo largo del día y, adicionalmente, tomar esta dosis extra de fibra soluble junto a un vaso grande de agua (mínimo 250ml).

Además de la toma “tradicional” con agua, si lo tomas en polvo, también puedes incluirlo en otros formatos, como zumos, yogures, smoothies, bol de cereales, sopas o cremas (aunque recuerda acompañar de un buen vaso de agua estas opciones).

De hecho, aprovecho este post para recordarte que si sufres SII-E (o estreñimiento funcional), lo primero que debes revisar de tus hábitos es la ingesta de agua. De lo contrario, cualquier otro abordaje adicional carecerá de sentido. 😉

¿Qué efectos adversos puede tener?

Recordemos que este tipo de fibra funciona porque incrementa el volumen y contenido de agua de las heces en el colon3, por lo que, si se incrementase la ingesta de forma muy brusca, podrían aparecer síntomas como dolor abdominal y distensión.

Por otra parte, puede interferir en la absorción de algunos medicamentos (insulina o levotiroxina sintética), por lo que es imprescindible que se lo comuniques a tu médico en caso de que estuvieras tomándolo.

Además, si estás tomando algún fármaco que cause un enlentecimiento del tránsito intestinal (como los opioides), podría producirse una obstrucción, por lo que no se recomienda en estas situaciones, ni en aquellas personas que pudieran tener riesgo de obstrucción intestinal (por estenosis u otro motivo).

En resumen…

El abordaje del síndrome del intestino irritable asociado a estreñimiento es multifactorial y requiere de un abordaje conjunto que involucre cambio de hábitos higiénico-dietéticos y la valoración de varios profesionales sanitarios expertos en cada área (medicina, nutrición, fisioterapia, actividad física, psicología…).

El uso de psyllium puede ayudar en determinados casos, siempre y cuando esté supervisado por un profesional que se aseguro que es la opción más adecuada para tu caso.

Si necesitas ayuda dietética, estaremos encantadas de ayudarte con tu caso. Puedes solicitar tu cita aquí.

Espero que te haya resultado útil y ¡te leo en comentarios!

Un abrazo,

Á.


Bibliografía

  1. Vasant, Dipesh H., et al. «British Society of Gastroenterology guidelines on the management of irritable bowel syndrome.» Gut 70.7 (2021): 1214-1240.
  2. Bonetto, Silvia, et al. «Recent advances in the treatment of irritable bowel syndrome.» Polish Archives of Internal Medicine 131.7-8 (2021): 709-715.
  3. Major, Giles, et al. «Demonstration of differences in colonic volumes, transit, chyme consistency, and response to psyllium between healthy and constipated subjects using magnetic resonance imaging.» Neurogastroenterology & Motility 30.9 (2018): e13400.

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